El pasado 5 de junio en una transmisión en vivo a través de Zoom realizada por Patricio Zunini de “Leamos”, el periodista entrevistó a la destacada escritora argentina, Mariana Enríquez, cuya maestría y estilo para narrar terror la ha vuelto un referente literario a nivel global. En la entrevista, y dado el género que ella escribe y el actual contexto de pandemia, se le preguntó algo que todos esperaban: ¿Es la pandemia mundial un escenario para crear una historia de terror?
Contra toda expectativa la respuesta de la autora fue: No. Ya que, en sus palabras, la pandemia es un contexto más cercano a la ciencia ficción que al terror, porque de lo que hemos estado hablando desde que el Covid-19 se volvió mundial es sobre el futuro, de qué es lo que va a pasar, de cómo estaremos en un tiempo más. Y ese ejercicio es particularmente propio de la ciencia ficción y no del terror.
En este contexto, y bajo el alance que hace la escritora argentina sobre esta dialéctica de terror y sci-fi, resulta un momento ideal para (re)descubrir tres textos de un autor de ciencia ficción que además abordó el terror de manera excepcional: Ray Bradbury, que en agosto de este 2020 se cumplen 100 años de su natalicio.
Raymond Douglas Bradbury (1920-2012), es por lejos uno de los escritores más trascendentes cuando hablamos de literatura de ficción dura. Sus libros “Crónicas Marcianas”, que es apología sobre el imperialismo, y “Fahrenheit 451”, el cual es una crítica a las comunicaciones y el rumbo social, son un precedente claro de como la ficción de géneros finalmente termina por ser de las vertientes literarias que mejor critican y abordan lo humano, y que están lejos de ser una forma de evadir la realidad sino todo lo contrario.
En esta selección podremos ver títulos, que recientemente fueron editados por Planeta a través de su sello Minotauro, los cuales son una excelente muestra para ver su capacidad de crear mundos y relatar terrores del folklore norteamericano; Estos libros cuentan con ese sello discursivo que lo caracterizaba, de criticar el manejo de los medios de comunicación y la información por parte de los grandes conglomerados y sus dueños.
El árbol de las brujas (1972)
Este texto narra la aventura que vive un grupo de niños durante la tradicional fiesta de Halloween. Esa noche llegarán a una casa, descrita como la tradicional y mítica casa embrujada, donde conocerán un peculiar personaje que les relatará y los llevará -sí, los llevará- a los orígenes y lugares donde nacen las vestimentas clásicas de Halloween (momias, brujas, demonios, etc).
Cabe mencionar que Warner ha confirmado una película sobre esta novela, lo cual no es extraño, ya que su historia es un relato comparable a películas como It y la serie Stranger Things.
La feria de las tinieblas (1962)
Dos jóvenes descubren una clásica feria norteamericana donde abundan los juegos y concursos. La única diferencia es que esta feria es siniestra, ominosa, donde cada atracción funciona de manera torcida y terrorífica. En especial un carrusel, el cual acelera y retrocede el tiempo haciendo que los protagonistas vivan las diferentes transformaciones y etapas de la vida.
Una de las curiosidades que tiene este título, es que para muchos fans dada las sutiles conexiones que hay en la historia, consideran “La feria de las tinieblas” una continuación del texto clásico de Bradbury, “El vino del estío” de 1957.
Las doradas manzanas del sol (1953)
Este título contiene veintidós relatos. En él podemos ver historias de fantasía, ciencia ficción e incluso realismo mágico; Entre las páginas hace gala de sus habilidades prosaicas con su sello de construir imágenes literarias que grafican de manera onírica el mundo que narra. La gracia de este título, es la variedad de relatos. No es una antología temática, y por ende sirve para entender cuales fueron los distintos tópicos que abordó el autor durante su carrera, tanto el ámbito de ciencia ficción, como el terror.