Recientemente se cumplieron 27 años desde el estreno de “Corazón Valiente” (1995) del director y actor Mel Gibson; con ella se inicia su denominada “Trilogía de sangre”, a la que se suma “Apocalypto” (2006) y “La pasión de Cristo” (2004).
En el segundo filme del australiano el derramamiento de sangre en el campo de batalla y el terrible sacrificio de William Wallace, Gibson, serán el precio a pagar por la libertad de Escocia.
El director y protagonista construye escenas de batalla rodadas a cien por hora, sin embargo, el espectador no se pierde de ninguno de sus planos e imágenes a cámara lenta que refleja fielmente la barbarie y carnicería en las guerras de aquella época.
Somos testigos del patriotismo, la valentía del pueblo escocés y una cautivante historia de amor. También veremos traiciones, crueldad, tristeza y la lucha por la emancipación de Inglaterra, todo envuelto por una tremenda e insuperable banda sonora.
Antecedentes históricos
Durante décadas el rey de Inglaterra se apropió del trono, humillando y maltratando a los escoceses; igual reinstauró el derecho a la «Prima notte» que permitía a los nobles ingleses tener derechos sexuales sobre las mujeres escocesas en la primera noche de bodas.
Los ingleses traicionaron pactos de paz, mataron y violaron a mujeres, quemaron pueblos y cobraron descomunales tributos; en medio de estos abusos surge un hombre que se revela contra la injusticia y guiará a los escoceses por sendas de libertad.
Wallace liderará esta empresa hasta llegar a transformarse en el héroe de su país; cómo no recordar la escena previa a la batalla de Stirling, cuando aleona a sus hombres ante una guerra desigual en todos los frentes.
Sin embargo, los nativos tenían algo mejor que el poder militar y logístico de sus invasores, un gran corazón y sed de venganza por los atropellos sufridos.
“Y no cambiaríais todo ese tiempo, por una oportunidad, sólo una oportunidad, de volver aquí a decir a nuestros enemigos que puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán la libertad”, es parte de la emotiva arenga de Wallace.
La gran deuda
Gibson tuvo el mérito de resucitar las obras de aventuras de la década de los cincuenta y obtuvo de paso cinco premios Oscar, incluyendo los galardones más cotizados, Mejor Película y Mejor Director.
Aunque la gran deuda fue la estatuilla a la maravillosa banda sonora de James Horner; en la misma ceremonia éste competía con sus composiciones para “Apolo XIII”, pero Luis Enríquez Bacalov obtuvo el galardón por “El cartero”.
Horner merecía mucho más, sus composiciones son el punto alto de esta obra, por ejemplo, no concibo el plano secuencia de la venganza de Wallace sin el track “Revenge”, imprescindible para el resultado final de una de las películas que más ocasiones he visionado.
Por Andrés Forcelledo Parada.-