Son varios los asentamientos de areneros artesanales que ocuparon las riberas del río Maipo desde el 1900, algunos en Puente Alto, otros en Buin y también los de San Bernardo; todos compartieron una realidad, cambiaron la producción agrícola del campo por la de la cosechar materias primas para la construcción. Fueron parte del progreso de los mejores años urbanísticos de Santiago y la Región Metropolitana, ayudaron a levantar el país cuando se desmoronó entre cada terremoto y también recibieron la basura de ésta como un mal premio a su esfuerzo. El Cerrillo es la historia de un campamento y sus familias, un relato oral de los trabajadores de áridos que han vivido más allá del sur de San Bernardo, ahí, en el límite de lo administrativo y el desarrollo, en un lugar que habitan al lado de un empobrecido caudal, una zona de sacrificio que se resiste a morir, y que busca usar la reconversión del territorio como una salida al oficio extractivista.
Hace unos 4 años, un grupo de jóvenes skaters fundó el Quinta Skate Club (@quinta.skateclub), que promueve esta cultura sobre ruedas a personas de todas las edades, efectuando diversos talleres y novedosas instancias para promover este deporte.
En 2020 al menos 50 obras se efectuaron por la plataforma Zoom y si bien algunos montajes fueron grabados de manera más sofisticada, en espacios físicos y con varias cámaras, todavía existen desafíos e incertidumbres para los teatreros y teatreras.
Una práctica orientada al periodismo de investigación y político, que tiene sus orígenes en el viejo continente y Norteamérica, ha jugado un papel importante en diversas naciones alrededor del globo y en especial en estos tiempos de crisis.