Nací el 26 de julio de 1997… a estas alturas un año curioso, pensando que coincide con el inicio de la mala racha del cuadro albo en Copa Libertadores.
Los albos pasaron 21 años sin ganar una llave de eliminación directa en el torneo más importante del continente, y como un hincha del fútbol, siempre resulta complejo ver que el equipo considerado «el más grande» del país, por sus títulos y recordados planteles de estrellas que son mención infaltable en la conversación con un abuelo, no lograba dejarme un solo destello de esa gran historia.
Con emoción escuchaba por primera vez los relatos del legendario Colo-Colo del 91, y el gol a «pata pela'» del «Barti» a Boca Juniors, o el gran equipo del 73′ que sufrió el robo de Independiente, cuando los argentinos metieron la pelota al arco con portero y todo.
Pero jamás pude ver esos grandes espectáculos que me relataban, y aunque pude ver a los albos llegar a la final de la Copa Sudamericana, todos saben que la Libertadores tiene una mística diferente.
Tuve la suerte de ver una increíble Universidad de Chile los años 2011 y 2012, buenas campañas de la UC, y recordadas sorpresas como cuando Palestino eliminó al poderoso Flamengo de Brasil… pero faltaba algo… faltaba ver al Cacique.
Y es que sinceramente, no te sientes completo. Si no te dejas cegar por el fanatismo hacia una camiseta, y amas el fútbol con pasión, quieres ver ese equipo, deseas profundamente que te toque una campaña como la del 73′ o la del 91′, ver un ballet azul, el Cobreloa finalista, la Cato llena de estrellas ¡quieres ver esos equipos de los que tantas historias se cuentan! Tener la chance de poder contarle a tus nietos que viste jugar a esa gran generación, al equipo que peleó esa Copa.
Con 21 años, por primera vez puedo decir que vi a Colo-Colo avanzar, rompiendo una maldición increíble, y no podría estar más feliz como un chileno fanático del fútbol (es que… ¡ya casi te sientes mufa!).
Quizás no sea la generación del Chamaco, o el gran equipo que dirigió Mirko Jozic en 1991, pero es el equipo que me emocionó al sentir que puedo decir… vi al Colo eliminar a un equipo de la Libertadores… y por la cresta que se siente bonito.
Hoy lo vi… no me lo contaron… con 21 años, por fin no me lo contaron.