La cinta “Los huesos”, de los directores chilenos Joaquín Cociña y Cristóbal León, ganó el premio al Mejor Cortometraje de la sección Horizontes del Festival de Venecia, dedicada a las nuevas vanguardias.
Los cineastas, por motivos personales no pudieron acudir al certamen italiano, por lo que el productor del corto, Lucas Engel, recibió el premio en nombre de los realizadores.
La animación «stop motion» en blanco y negro emula el desentierro de dos figuras históricas de Chile: Diego Portales, impulsor e ideólogo de la Constitución de 1833, y Jaime Guzmán, padre de la Carta Magna del dictador Augusto Pinochet.
Lo protagoniza Constanza Nordenflycht, una niña de 15 años que en el Siglo XIX mantuvo una relación con Portales, de quien tuvo tres hijos, solo reconocidos por el Estado tras la muerte del político.
Los realizadores, ambos de 41 años, decidieron ahondar en esta cuestión a raíz del estallido social de octubre de 2019 y que ha derivado en el actual proceso constituyente.
«El corto lo imaginamos, un poco en broma y un poco en serio, como un ritual para liberar a Chile de la oligarquía, de este orden hacendado y feudal que ha regido desde la colonia y que determina que unos pocos tengan el control sobre el resto», explicó León a EFE por videoconferencia cuando se presentó el trabajo.
Para ello la joven Constanza realiza un ritual para resucitar a los padres de esas dos Constituciones, «quemar» su traumática historia con Portales y cambiar el destino de Chile.
La cinta se presenta como «un corto de 1901», adoptando la estética de los orígenes del cine, porque reeditar la tradición cinematográfica «ayuda a reimaginar las cosas», la historia que se plantea, explica, por su parte, Cociña.