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David Yates: Es hora de colgar la capa y la varita

COLUMNA DE OPINIÓN

La dirección de «Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald» no genera una secuela a la altura de lo esperado, lo que pone en dudas la continuación de David Yates a cargo del Mundo Mágico de J.K. Rowling.

Por Fabián Pino Villagra

Desde el 2005, el director David Yates ha estado encargado de llevar el universo mágico de J. K. Rowling a la gran pantalla. «Harry Potter y la Orden del Fénix» fue su primera película y, desde entonces, el director británico ha dirigido siete cintas, que no logran convencer en su totalidad a la crítica y los seguidores de la saga literaria.

Con la llegada de «Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald», Yates tenía el desafío de continuar una historia con alta aceptación. Sin embargo, el trabajo del director es desordenado, lleno de tramas sin importancia y personajes con motivaciones para nada claras. Este desorden hace que al ver la película como espectadores nos preguntemos ¿Qué es lo que me están tratando de mostrar?

Katherine Waterston y Eddie Redmayne regresan en sus roles de Tina y Newt, respectivamente, para esta entrega.

No sería justo cargar toda la culpa al director por los elementos negativos de la película. El guion de J.K. Rowling es responsable por gran parte de la ira de los fanáticos, esto debido a las licencias que se toma respecto a ciertos personajes, fechas o sucesos del mundo de Harry Potter.

Adaptar un libro al cine con ciertos cambios es una cosa, pero cambiar la personalidad de los personajes sin justificación alguna y pasar a llevar descaradamente el material original solo para generar sorpresa es otra. De esta forma, la resolución del conflicto central del filme respecto a la identidad de Credence (Ezra Miller) causa cierta sorpresa, pero con un altísimo costo para una de las franquicias de magia más rentables del cine: inventar deliberadamente un personaje que no ha hecho aparición en ninguno de los libros de Harry Potter.

Sin embargo, no todo es negativo en esta nueva entrega. La actuación de Eddie Redmayne como Newt Scamander mantiene la calidad esperada por el actor ganador del premio Oscar, con una interpretación cercana y llena de humildad, digna de un Hufflepuff.

El actor ganador del premio Oscar el año 2016 se luce como Newt Scamander nuevamente.

En contraste a lo anterior, la participación de Johnny Depp, interpretando al mago tenebroso Grindelwald, se siente demasiado breve para todo lo que el veterano actor puede dar de sí. Con poquísimo tiempo en pantalla, Grindelwald no se impone ningún momento como un verdadero mago tenebroso. Todo lo contrario, los dotes actorales de Depp se pierden en un guion que prefiere mostrar tramas nimias en vez de más historia sobre el mago tenebroso que antecedió a Voldemort.

La dirección desordenada y caprichosa de Yates, junto al enredado guion de J.K. Rowling, genera una película que, a pesar del éxito en taquilla, hace reflexionar sobre el futuro del mundo mágico en el cine. Cuando la audiencia esperaba una cinta que funcionara como una gran pieza del rompecabezas, se le entregaron más preguntas acompañadas de inesperadas respuestas que parecen ilógicas para cualquier conocedor de la saga Harry Potter.

El poco tiempo en pantalla de Grindelwald es el principal impedimento para que Johnny Depp consolide exitosamente su entrada al mundo mágico.

Es necesario que Warner Bros reconsidere la continuación de David Yates como director de las próximas cinco entregas ya confirmadas de ‘Animales Fantásticos’, así como también es momento de que J.K. Rowling reflexione sobre qué es lo que desea entregar a los seguidores de su mundo mágico: un complemento orgánico de lo que ya se sabe respecto a Harry Potter o películas con personajes de sus libros, pero sin respeto alguno por el material original.

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