Corría el año 2004, algunos días después de entregar a su editor la tercera parte de la trilogía “Millenium” y poco antes de haber visto publicado el primer volumen, cuando el escritor y periodista sueco, Stieg Larsson, murió inesperadamente de un ataque al corazón. Tenía 50 años.
Larsson no conoció el éxito mundial de este conjunto de relatos de misterio, crimen y suspenso que se transformaron en súper ventas. Sin lugar a dudas revolucionó la literatura criminal de las últimas décadas; se hizo muy popular entre los lectores del género.
La saga de novela negra se inicia con “Los hombres que no amaban a las mujeres”, una radiografía moderna de la corrupción, la violencia, el sufrimiento y la liberación alrededor de la enigmática pareja de investigadores.
El periodista de la revista Millenium, Mikael Blomkvist, es sentenciado a prisión por difamación. Mientras espera que sea dictada su pena, el famoso industrial Henrik Vanger lo contrata para investigar un caso de cuarenta años: la desaparición y el presunto asesinato de su sobrina nieta de 16 años, Harriet.
La investigación de Blomkvist lo pone en contacto con Lisbeth Salander, la investigadora antisocial, perturbada y brillante que Vanger contrató como investigador privado para realizar un control de seguridad en Blomkvis.
Esta primera parte tiene una temática más detectivesca, mientras que los siguientes dos toman un perfil más periodístico, pero manteniendo el suspenso. En cada libro se describen muchos sitios de Estocolmo, y de Suecia en general, siendo todos reales.
Tras la muerte de Larsson se decidió publicar más libros de la saga que fueron escritos por David Lagercrantz, conocido escritor sueco. Los críticos indican que estos textos, a pesar de contar con los personajes principales, no logran la esencia que les impuso su fallecido creador.
El 2009 una productora sueca realizó tres películas de los primeros libros de Larsson. Mientras que el 2011 el director David Fincher dirigió “La chica del dragón tatuado”, basada en la primera parte; fue protagonizada por Daniel Craig y Rooney Mara.