Hay inolvidables compositores que han estado asociados a uno o más cineastas, sus partituras influyeron en forma decisiva en el éxito de ciertas películas. Definitivamente su música quedó para siempre en el inconsciente colectivo de millones de personas.
Cómo no recordar la impresionante obertura de “Star Wars” (1977) o el amenazante sonido de cuerdas para “Tiburón” (1975), ambas creaciones del norteamericano John Williams y que la Academia premió con el Oscar a Mejor Banda Sonora, respectivamente.
Williams, director de orquesta, pianista y trompetista, ha estado asociado a varios cineastas con quienes ha manteniendo una estrecha relación de trabajo, consiguiendo memorables resultados para George Lucas y Steven Spielberg, por mencionar algunos.
Herrmann
Bernard Herrmann antes de dedicarse al cine dirigió la filarmónica de Nueva York, su meta era convertirse en director de fama mundial.
Aunque su ambición fue distraída por Orson Welles, quien le solicitó componer sus dramas radiofónicos para “La guerra de los mundos”; luego para “Ciudadano Kane” (1941) y “El cuarto mandamiento” (1942).
Sin embargo, su sociedad con Alfred Hitchcock pasaría a la historia; musicalizó algunas de sus obras maestras como “Vértigo” (1958) y “Psicosis” (1960).
Esta última compuesta sólo con violines que advierten el lado oscuro de la condición humana. Por ejemplo, la desquiciada partitura que acompaña la recordada escena de la ducha.
El compositor transmitió acertadamente las principales temáticas del maestro del suspenso como la culpa e identidad, convirtiéndose en su permanente colaborador.
Su última partitura para “Taxi Driver” (1976) de Martin Scorsese, es recordada por sus acordes ascendentes y permanentes sonidos de saxofón.
Rota y Morricone
Nino Rota compuso música para ópera, ballet y sinfonías, pero es mundialmente conocido por su trabajo para el cine; llegó a componer alrededor de 140 partituras.
Las más memorables para Federico Fellini, en “La Strada” (1954), “La Dolce Vita” (1959), y “Fellini Ocho y medio” (1963).
También para los directores Vittorio de Sica y Franco Zeffirelli, y dejaría una huella inmortal para las primeras partes de “El Padrino” (1972), el soundtrack de la segunda entrega obtuvo un Oscar en 1974.
Ennio Morricone, quien partió el 2020 a los 91 años, musicalizó más de 500 obras para el cine y la televisión. Es recordado especialmente por su colaboración para los spaghetti western de Sergio Leone.
La música permitía conocer a sus enigmáticos personajes, creando una parodia de ellos y anunciando su ingreso en escena.
Las melodías recrean ambientes calcinados y atmósferas enrarecidas; se suman sonidos concretos como goteos, moscas zumbantes o una simple cajita musical.
Su aporte convirtió en leyendas a “La muerte tenía un precio” (1965), “El bueno, el malo y el feo” (1966) y “Érase una vez el oeste” (1968), íconos de la filmografía mundial.