SANTIAGO. – Desde la vereda de la ficción y bajo la dirección de Tatiana Gaviola, “La mirada incendiada” trae a la pantalla los días finales del fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri, quemado vivo por una patrulla militar el 2 de julio de 1986, uno de los casos más terribles de la dictadura. Basada en hechos reales, la película produce un eco en los días actuales, cuando cientos de miradas fueron cegadas en el contexto del estallido social.
Los escabrosos momentos vividos por el malogrado gráfico y la estudiante Carmen Gloria Quintana, quien logró sobrevivir a este suceso, serán contados, en parte, en esta cinta que tendrá doble estreno el 9 y 10 de abril en Punto Ticket.
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En diálogo con Cultura 21, la directora afirmó que la historia del Caso Quemados siempre fue cercana y no dejó a nadie indiferente; dijo que la marcó y que por lo mismo quiso llevarla a la pantalla grande, “es una historia que se anidó en mí y además me dio la fuerza suficiente como para estar dispuesta a llevarla adelante, la noticia (de Rodrigo y Carmen Gloria) fue avasalladora. Saber que dos jóvenes, de 18 y 19 años, habían sido quemados vivos es algo que cualquier sensibilidad normal no puede imaginar”, agregó.
Si bien la producción fue basada en hechos reales, no se perfila en ningún momento como un trabajo documental. De hecho, trabaja mucho con el imaginario y los relatos de personas que conocieron a Rodrigo. A pesar de esto, la directora afirmó que decidieron mantener los nombres sin modificar -de Rodrigo y Carmen Gloria- porque “hubiera sido un absurdo decir que se llamaban de otra manera”, explicó.
Es por esto que existió un trabajo de documentación de la historia del joven fotógrafo. La directora aseguró que se nutrieron, principalmente, con archivos de prensa, pero que el acercamiento con los conocidos de Rodrigo sirvió para “seguirle los pasos en esta llegada a Chile, investigando lo que había hecho y lo que había pasado”.
Según la directora, el viaje que tiene el espectador, a través de personajes ficticios, es posible con el trabajo que efectuó junto al guionista Pablo Paredes. «Comenzamos a despegar de la realidad documental para construir el espacio de ficción. Queríamos construir un mundo, un barrio basado en las relaciones afectivas de los personajes”, comentó la directora.
“La mirada incendiada” y su nueva vigencia
A pesar de haber terminado sus filmaciones en septiembre de 2019, según su directora, la cinta obtuvo otra vigencia tras la revuelta de octubre, pues cuando comenzaba el proceso de post producción ocurrió el estallido social, lo que dio otro sentido a la película.
“Comenzamos a ver otras miradas, ojos que se perdían. Nuevamente represión contra jóvenes que se manifestaban pacíficamente. Es bien impresionante, hoy es una película con mucha actualidad y con una conexión entre lo que pasó en dictadura y lo que pasa hoy en día. Esta película es un aporte a la conversación de una vida democrática, de cómo queremos un mundo sin represión”, sostuvo la directora.
Otro tema que sigue latente hoy en día es el trabajo de fotógrafos/as que registran evidencia visual en manifestaciones, realidad que se asemeja a lo que hacía en plena dictadura el protagonista del filme, labor que le costaría la vida. “Rodrigo llegó con su cámara a Chile y tenía una pasión muy grande, sacaba muchas fotos. Incluso tuvo un maestro en Estados Unidos” dijo la directora.
Finalmente, Gaviola planteó que en la actualidad existe un alto riesgo para los trabajadores gráficos y audiovisuales que cubren acontecimientos de este tipo, asegurando que “el trabajo de la gente que está registrando, desde el periodismo hasta el cine, se convierte en algo muy riesgoso; siempre existe un susto a la imagen que permanece, a la noticia. Hay mucha violencia orientada a eso”. En aquel sentido, la directora ejemplificó esto con el reciente atentado ocurrido en Tirúa, región del Bío Bío, en contra del equipo de prensa de TVN, compuesto por el periodista Iván Núñez y el camarógrafo Esteban Sanchez, quien perdió uno de sus ojos por un impacto balístico. “Hay gente que está en contra de la libertad de expresión, en el fondo esto es atentar contra la verdad”, sentenció.