En reiteradas ocasiones el maestro del suspenso Alfred Hitchcock afirmó que los críticos eran un mal necesario con los cuales había que aprender a convivir.
Tras el estreno de “El rostro impenetrable” (1961) se escribieron sendas columnas calificando al filme de ejercicio narcisista y ególatra de su autor, y no dieron crédito a esta rareza del western que de ninguna manera decepciona.
Lo cierto es que para Marlon Brando no fue fácil dirigir por primera vez en su carrera, y fue una experiencia que jamás volvió a repetir por una serie de factores, sería la última vez que el actor se sentaría en la silla de director.
Kubrick despedido
Mencionar que en primera instancia el filme fue dirigido por nada más y nada menos que Stanley Kubrick, quien fue despedido por Brando, porque el realizador de “La naranja mecánica” (1971) no cumplió con las expectativas demandadas por el actor y productor del proyecto.

Desde entonces fue una incursión desgastante y decepcionante para Marlon, quien al no contar con la experiencia necesaria hacía repetir una y otra vez las escenas retrasando el rodaje en el plató.
Llegó a contar con cinco horas de metraje lo que comercialmente no era conveniente para Paramount que la redujo a dos horas. Además sustituyeron el final por uno más abierto, decisión que nunca fue aprobada por el mítico actor.
Única
Ante los clichés del western “El rostro impenetrable” es una rareza de Hollywood, es abstracta y psicológica en el desarrollo de la historia y personajes. No recuerdo otra de vaqueros con esos hermosos planos del mar y la playa como en esta ocasión.
La trama se desarrolla en un entorno violento de amistad y traición entre bandidos encarnados en dos monstruos de la interpretación, Brando y Karl Malden, quienes habían trabajado en los filmes de Elia Kazan, “Un tranvía llamado deseo” (1954) y “Nido de ratas” (1956).
Brando personifica a Johnny Río y Malden a Dad. Al elenco se suman dos actrices mexicanas de primer nivel, Katy Jurado y Pina Pellicer, esta última lamentablemente se quitó la vida a los 30 años, tras sufrir una fuerte depresión.
Pina interpreta un papel dulce, pero con carácter y determinación, obtuvo la Concha de Oro a Mejor Actriz en el Festival de San Sebastián, España. Otro filme recomendable de ella es “Días de otoño” (1962) que se encuentra en YouTube.
Algunas biografías no autorizadas afirman que durante el rodaje de “El rostro impenetrable”, Pellicer tuvo un romance turbulento y no correspondido con Brando.
Por Andrés Forcelledo Parada.-