Colo-Colo se ha caracterizado el último tiempo por la frase «estancan a los jóvenes», y esto no se debe a que tengan pocos canteranos, a la falta de minutos (aunque sean obligados a poner juveniles por la normativa de la ANFP), o el bajo nivel de los futbolistas, para nada. El problema es la falta de continuidad que tienen los jugadores jóvenes en el cuadro albo.
Pensemos tan solo en cuántos laterales izquierdos hemos visto en Colo-Colo desde el 2013: Luis Pavez fue titular todo un semestre y salió campeón, al otro campeonato fue suplente y casi no jugó, al siguiente fue titular otro juvenil, Cristián Gutiérrez, que pasados 6 meses también tuvo que ceder su lugar, y así sucesivamente Dilan Zuñiga, Pavez, Gutiérrez, y ahora Suazo han visto cortada su continuidad en momentos claves de la formación del futbolista, que es su consagración en Primera A.
Esto los lleva a abandonar el equipo en busca de la consagración, algo que retrasa considerablemente sus carreras, ya que llegan más viejos (o menos jóvenes) a un nuevo equipo de menor jerarquía para hacerse un lugar y comenzar a ascender desde ahí, en algunos casos estancándose absolutamente, y en otros como el de Dilan Zúñiga, haciendo a varios plantearse «¿por qué no jugó en Colo-Colo si en Everton la rompe?»
Y es precisamente esa gente la que hoy se pregunta «¿por qué no jugó Iván Morales este fin de semana, si en el último partido marcó un doblete?», si este juvenil ha tenido un gran número de buenas actuaciones, está tasado en 5 millones de dólares (sí, su clausula de salida es la más cara del plantel), pero cada vez opta a menos minutos, y muy pocos en su posición natural como centro delantero o segunda punta.
No basta con dar minutos, hay que ayudar a los jóvenes a consagrarse, puliéndolos, enseñándoles, y acomodándolos en los lugares donde mejor juegan para que la hinchada (que también juega un rol importante) se vaya encariñando con él, confíe en esa promesa y se alegre cuando juega, no que lo mate, como sucedió por ejemplo con Bryan Carvallo, un volante ofensivo que jugó mayoritariamente como carrilero en Colo-Colo, donde trataba insistentemente de mostrarse para lograr ganar un puesto.
Entonces, en situaciones como estas, donde te cambian de puesto, no juegas, y sabes o confías en que tienes potencial te deja dos opciones: emigro joven sin haberme consagrado, o espero hasta tener 23 o 24 años y ser titular en Colo-Colo como sucedió a Baeza y Pavez, que consiguieron el puesto y el cariño de la hinchada, pero vieron considerablemente reducidas sus posibilidades de jugar en Europa a pesar de sus tremendas condiciones.
Si Morales anota un doblete debería jugar, si no lo anota, tendría que seguir jugando, darle el margen que los futbolistas necesitan y confiar en él, ¿o acaso cuando Paredes pasa 2 partidos sin marcar hay que sacarlo? Claro que no, porque demostró de lo que es capaz, y por eso se respeta a «Visogol», pero este muchacho que inicia su carrera no tiene 15 años de carrera para respaldarlo, tiene meses, con suerte un año, año y medio, en que poco y nada ha jugado.
Ahí entra el rol de los que están al mando, que deben tener fe, confiar, y demostrar su visión. Si conocen sus condiciones, si lo subieron al primer equipo, si el mismo club se encargó de pulirlo, educarlo para convertirlo en un jugador de alto rendimiento, pues entonces deberían darle el mismo margen que requiere cualquier futbolista en el mundo, el derecho a no tener que marcar 2 goles todos los partidos, y ganar puntos cuando los anota, no perderlos cuando no los marca.