Mucha destreza, agilidad y humor lo caracterizan. Es un personaje popular en Santiago y donde quiera que se pare causa expectación. Muchos le piden selfies o un saludo, parece ser una celebridad. Pero no siempre fue así. La pasión y necesidad lo llevaron a convertirse en el «Estúpido y Sensual Spiderman».
Hace 16 años el ecuatoriano Renato Avilés llegó a Chile para ser jurado en un concurso de baile. Se enamoró de estas tierras y quiso quedarse, comenzando de cero. Con mucho esfuerzo y el tesón propio de cumplir sus sueños tuvo la oportunidad de ser profesor de danzas, oficio que desarrolló por una década.
Corría el 2015 y el bailarín se aburrió del trabajo, no quiso dar más clases, quería buscar nuevos horizontes y renunció. Era su primer año cesante y lejos de casa, aunque la vida le traería una bella sorpresa: sería padre.
«Todo nace por una crisis de buscar plata rápida. Y como buen padre, tenía que hacerlo, me nació. Tenía doce mil pesos y me compré el traje de Spiderman, conseguí un parlante a un amigo y me lancé a las calles», sostuvo Avilés, manifestando además que su nombre artístico, Estúpido y Sensual Spiderman, es producto de la gente, que citaron un capítulo de Los Simpsons donde Homero dice esta misma frase a Ned Flanders.
El protagonista de esta historia define sus inicios como “una decepción”, pues “bailé tres horas y llegué como si hubiese montado a caballo, me dolía todo. Hice 1.800 pesos y me gasté 1.200 en la Bip!”, recuerda entre risas.
«Algunas personas me dijeron qué ridículo te ves, o por qué no te vas a buscar un trabajo decente, que asustas a la gente; imagínate. Cuando partes, la sociedad es muy fuerte contigo, vas al metro y los guardias te tratan mal, la policía te bota, pero hay que pasar esa etapa, una vez que lo haces, el resto fluye (…) Ahora no me importa que la gente me haya dicho ridículo, yo sé que con esto le doy sustento a mi hijo y listo, vamos para adelante, todo lo hago por él», agregó.
El éxito no tardó, rápidamente sus bailes se hicieron virales en redes sociales, apareciendo en páginas de todo el mundo; los programas de televisión y diversos medios de comunicación lo requieren hasta el día de hoy; hace poco viajó a México buscando ideas para nuevas rutinas; y adelantó que estará en Brasil y Argentina.
«Yo pensaba que esto iba a durar poco, pero ya estamos en el cuarto año, en su mejor momento, y ahora no lo puedo dejar. Si yo hubiera desistido, mira todo lo que me habría perdido. Por eso, envío un mensaje para que luchen por sus sueños, que todo se puede. Ahora cuando hago el show, junto a mucha gente en los semáforos, me saludan, se sacan fotos, es algo bien bonito», añadió.
Las proyecciones del superhéroe apuntan a reinventarse, quiere seguir entregando divertidos bailes y sorprendentes acrobacias. Además, reveló que le encantaría estar en el Festival de Viña del Mar o en el del Huaso de Olmué.
En cuanto a quién es la persona detrás de la máscara, Renato quiere mantener el misterio, pues muy pocos lo conocen. Nosotros no fuimos la excepción, nos recibió en su casa y nunca se sacó la máscara, respondió las preguntas de la entrevista y comió con ella a media cara. ¡En todo momento fue el Estúpido y Sensual Spiderman!
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