El Gobierno y la Policía de Investigaciones (PDI), llevaron a cabo este jueves la deportación de 77 inmigrantes de nacionalidad peruana y boliviana, que tenían orden judicial de ser expulsados a sus países de origen.
La administración de Sebastián Piñera tiene como objetivo, en el plan de política migratoria, expulsar a 2.000 extranjeros que infrinjan la ley. Hasta ahora, se ha logrado desarraigar a un total de 1.187 individuos con alguna causa de delito.
En esta oportunidad, fueron expulsados 69 bolivianos y 8 peruanos, la mayoría de ellos por infringir la ley de drogas. Asimismo, uno de los deportados, había violado a una menor de doce años en 2013.