Al expirar este vertiginoso 2021 con una polarizada campaña presidencial y una pandemia, que es recordada a cada instante, en materia cinematográfica llega como un bálsamo uno de los estrenos más esperados del año.
Me refiero a “The Beatles: Get Back”, serie documental de tres capítulos del director Peter Jackson, fans declarado de los cuatro melenudos de Liverpool, quien estuvo cuatro años refinando las imágenes y sonido de este valioso material.
Registro inédito
El realizador de la trilogía del “Señor de los anillos” tuvo acceso a exclusivos registros que estuvieron guardados por cerca de 50 años en las bóvedas Apple Corps, Londres.
Se trata de 60 horas de material fílmico y más de 100 horas de audio que fueron grabados en enero de 1969 en distintos estudios donde trabajaron los músicos.
Las inéditas imágenes se iba a utilizar para un especial de TV que nunca se realizó, y que fue filmado por Michael Lindsay-Hogg, quien dirigió el documental “Let it be”.
En el momento de ingresar a estudio a grabar las sesiones, los Beatles llevaban casi tres años sin presentarse en vivo, todos estaban emocionados por el proyecto.
A esa altura de su carrera los conciertos en público eran complejos para la banda, con suerte se escuchaban ellos con los gritos de sus enfervorizados fans, por lo que en 1966 decidieron no hacer más giras.
En la grabación en estudio se pueden observar rostros familiares de los músicos; la presencia de Yoko Ono y Linda Eastman, que se convertirían en las esposas de Lennon y McCartney, respectivamente.
Además se advierte la presencia del reconocido músico Billy Preston, cuya presencia recargó de nuevas energías a los músicos en estudio.
Igual se ven imágenes graciosas, como a Heather McCartney, hija biológica de Linda y adoptiva de Paul, en ese entonces la niña de seis años, bromeando con Ringo en la batería.
Composición y grabación
Vemos a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, intentando crear 14 canciones que deben tocar en público dentro de dos semanas. Hay mucha presión, pero sale lo mejor del cuarteto de Liverpool.
Se observa como nunca la dinámica de la banda perfeccionando sus composiciones en un ambiente repleto de micrófonos y cámaras, y poca intimidad, incluso graban sus “conversaciones privadas”.
Sin embargo, el proceso es entretenido, y a los músicos se les ve joviales, cálidos, con interacciones alegres y emotivas, algunas hasta bufonescas, en el caso de John y Paul.
Somos testigos de cómo la banda escribe y compone algunas de sus canciones más legendarias, como “Get back” y “Something”, por mencionar algunas.
La mayoría de estos temas componen la lista del disco “Let it be” y otros pertenecen a su obra maestra “Abbey Road”, como la mencionada “Something”, “Maxwell’s Silver Hammer” y “Octopus’s Garden”, y otras.
El último concierto
Y llegamos al broche de oro del documental, la famosa actuación en la azotea del Apple Corps, en Londres; sería su última presentación en vivo como agrupación el 30 de enero de 1969.
Luego de discutir en dónde se realizaría esta última presentación, incluso se pensó ir a tocar frente a las pirámides en Egipto, se decidió hacer un concierto improvisado para amigos y colegas, sería una actuación gratuita.
Tampoco fue un concierto promocionado y cualquiera que pasara por las inmediaciones del edificio podría escucharlo sin ninguna dificultad.
Fue una presentación de más de 40 minutos, en que los atónitos vecinos y transeúntes que pasaban escucharían “Get back”, “Don’t let me down”, “I’ve got a feelin”’, “One after 909” y “Dig a pony”.
En eso estaban los músicos hasta que apareció la policía y les señaló que no tenían autorización para tocar, y que podrían provocar problemas alterando el orden público, aunque el caos urbano ya había empezado.
En resumen, una experiencia imperdible para los admiradores de la banda de Rock and Roll más popular e influyente en la historia de la música.
Por Andrés Forcelledo Parada.-