Eunice Kathleen Waymon nació en Carolina del Norte, Estados Unidos, en pleno seno del racismo. A los cuatro años ya era una prodigiosa pianista, suficiente para estudiar en la Escuela de Música Juilliard, en Nueva York, con el fin de ingresar al Instituto de Música Curtis en Filadelfia. Sin embargo, no quedó seleccionada por motivos raciales.
El sueño de ser la primera pianista afroamericana se transformó en ser pianista y cantante en un bar en Atlantic City donde tocaba jazz, folk y blues, con el fin de aportar económicamente a su familia. Todo esto a escondidas de su madre, porque según ella era “música del diablo”. En ese instante crea su nombre artístico Nina Simone.
Un aporte importante aporte que desarrolló en su música fue mezclar una cultura elitista con la música popular negra, haciendo que sus técnicas alcanzaran el nivel de sofisticación. Su álbum más popular fue “Little Girl Blue”.
En el contexto social, Nina se transforma en rabia. Un asesinato a cuatros niñas en una iglesia por el Ku Klux Klan causó que en una hora creara la polémica canción “Misisipi Goddam” que escribió en respuesta a los ataques racistas. Apoyó a Martin Luther King y a las Panteras Negras.
Entregó su música al movimiento de los derechos civiles afroamericanos. Lo que generó que las industrias del entretenimiento boicotearan su carrera.
Su esposo y manager la maltrató en reiteradas ocasiones, física y sexualmente. Para él, conservar su carrera era importante, y no le interesaba el movimiento por los derechos civiles.
Con un largo historial de maltrato y hostilidad por su país de origen. Nina en 1974 decide no volver a Estados Unidos nunca más.