spot_img

Víctor Venegas, uno de los mayores hiperrealistas chilenos: “He vendido más cuadros ahora que cuando no estábamos en pandemia”

El pintor angolino está preparando una exposición itinerante que realzará los objetos y herramientas utilizados por la cultura Mapuche en los últimos siglos. Sus obras han traspasado las fronteras de Chile, vendiendo cuadros a importantes coleccionistas extranjeros en Israel, Estados Unidos y Argentina.   

SANTIAGO.- El pintor autodidacta y fotógrafo de Angol, Víctor Venegas Espinoza, de 58 años, desde temprana edad manifestó su vocación por el dibujo. En su adolescencia incursionó en el óleo sobre tela, posteriormente, en Santiago, conoció a los destacados pintores Oscar Anguita y Sergio Montecinos, quienes lo motivaron a desarrollarse como artista plástico.

En 40 años de trayectoria ha trabajado duro para convertirse en uno de los mejores exponentes del hiperrealismo chileno contemporáneo, una tendencia radical de la pintura surgida en Estados Unidos a finales de la década de los sesenta. Su temática es variada; sin embargo, sus mejores logros son la figura humana y la construcción de objetos cotidianos o naturaleza muerta, como máquinas afectadas por el paso del tiempo, muros, puertas y piedras.

Víctor Venegas pintando.

El 2011, con motivo del Bicentenario de Chile, fue parte del libro “70 artistas en 70 años”, que reúne a los mejores artistas nacionales y que fue editado por la Corporación Cultural de Providencia. Con 35 exposiciones, ha recibido innumerables galardones, siendo uno de los más importantes cuando la Municipalidad de Angol lo declaró Hijo Ilustre de la ciudad en 2017.

Venegas destaca que el pilar fundamental de su carrera ha sido Dios, y el apoyo de su esposa Nancy Pezo Salazar, con la cual tuvo dos hijos, Francisco y Víctor. Además el artista tiene una nieta, Antonia.

 – ¿Desde cuándo nace la vocación por la pintura y el arte?

– Desde muy niño, cuando estaba en quinto básico participé de un concurso de dibujo que se realizó en la Plaza Las Siete Fundaciones de Angol, y obtuve el primer lugar. Me gustó tanto que me dediqué hacer dibujos en grafito hasta 1983, año en que comencé hacer retratos a lápiz que luego los vendía, con eso me ganaba la vida. En 1984, al egresar de enseñanza media, en ese tiempo técnico profesional del Liceo Comercial de Angol, comencé a pintar al óleo, y desde entonces no paré nunca más. Es una cerrera de 40 años comercialmente hablando, que fue cuando empecé a vivir de la pintura.

– ¿Entonces en Chile se puede vivir del arte?

 – Absolutamente. Y mi experiencia lo refleja, toda mi vida he vivido del arte, he podido sostener a mi familia y educar a mis hijos en la universidad (…) El 2010 perdí todo lo que tenía en un incendio: casa, taller, equipos, cámaras fotográficas, y gracias a Dios y mi trabajo pude recuperar todo en muy poco tiempo.

Tengo una fórmula que siempre me ha resultado, nunca competir con nadie, la competencia es conmigo. Mañana mi trabajo tiene que ser mucho mejor que hoy (…) No hay que dar cabida al ego y al egoísmo, y tener mucha disciplina; también los artistas debemos ser generosos con los jóvenes talentos que tienen menos experiencia y compartir lo que sabemos.

Aunque el sustento principal es la fe, dependo de Dios en todo mi trabajo. No he visto a Dios, pero lo he podido sentir toda mi vida, porque siempre se me abren las puertas y no es casualidad, siento que el Señor guía mi caminar.

– ¿Los primeros años de pandemia lo afectó en lo económico y el proceso creativo?

– No he tenido la posibilidad de darme cuenta del encierro, porque soy una persona que está mucho tiempo encerrada trabajando, entonces no me ha perjudicado la pandemia, muy por el contrario, como vivo del arte, he vendido más cuadros ahora que cuando no estábamos en pandemia. Trabajo más que antes, como no se podía salir, pintaba alrededor de 10 a 12 horas diarias, el tiempo parece no correr, porque el proceso creativo atrapa y me gusta hacer bien mi trabajo. Nunca me preocupo del tiempo que ocuparé en una obra y cuanto material voy a gastar, sólo me interesa que el resultado sea óptimo, porque son los cuadros los que hablan de mí, no yo.

– Usted es uno de los principales exponentes del hiperrealismo chileno contemporáneo ¿Cómo definiría el arte hiperrealista?

– El 2009 me nombraron entre los 70 pintores más destacados de los últimos 70 años, creo que fui el único pintor de provincia en el país. Mi estilo consiste en pintar los elementos con mucho realismo, pero con tamaños más allá de lo natural, por ejemplo, pintar un fósforo de un metro. Es decir, trabajar objetos pequeños en grandes formatos y tamaños. Es una forma más clara de lo que quiero presentarle a la gente, que a veces no logra entender la pintura abstracta, porque es para un segmento reducido que puede entender ese estilo. Pero el realismo nunca deja de ser, todo el mundo lo entiende.

Próxima muestra

Por estos días el artista angolino se encuentra trabajando en su próxima exposición itinerante, cuya temática tiene que ver con objetos y herramientas utilizados por la cultura mapuche en los últimos siglos. El objetivo del proyecto, financiado por un Fondart, es destacar el patrimonio de este pueblo originario en 14 obras de grandes dimensiones.

Finalmente, Venegas adelantó que el trabajo estará terminado en diciembre, para poder exponerlo en la temporada estival 2022 en los respectivos centros culturales de Angol, Victoria y Renaico.

Puedes conocer más de su trabajo en el Facebook /VictorVenegasPintor o enviando un mail a pintorvictorvenegas@yahoo.es.

Recomendado para ti



6.048 Seguidores
Seguir