spot_img

“El señor de los anillos”: El fenómeno de la trilogía a dos décadas de su estreno 

En septiembre se viene la serie “El señor de los anillos: el anillo del poder”  basada en los libros de J.R.R. Tolkien, ambientada en la Tierra Media, y que explora nuevas líneas argumentales en una época muy anterior a “La comunidad del anillo”.

A propósito de los 20 años desde el estreno de la primera parte de la trilogía del “Señor de los anillos”, del director Peter Jackson, y de la próxima serie que se viene en septiembre en Amazon Prime, es menester hacer un comentario de esta insuperable aventura de heroísmo fantástico.

Antes de partir debo hacer una aclaración, nunca he leído la obra más famosa de J.J.R. Tolkien, “El señor de los anillos” y no me da vergüenza decirlo.

Sin embargo, he conversado con personas que sí lo leyeron y también el libro anterior “El hobbit”, éstos afirmaron que Peter Jackson no los había defraudado. Agregaron que el director logró la ambientación que requería el relato, con efectos especiales y un elenco a la altura. Sí apuntaron  que la cinta quedaba unos pocos pasos atrás a la obra literaria.

Mega producción

En lo estrictamente visual siempre consideré la trilogía de “El señor de los anillos” como un mega obra de más de nueve horas; las cintas se estrenaban consecutivamente y no existía espacios para el olvido, siendo el epicentro de la trama la destrucción del anillo único.

Con “La comunidad del anillo” (2001) fue fácil involucrarse con la historia del hobbit Frodo Bolsón (Elijah Wood) y sus valientes aliados  y su misión de destruir el “Anillo maldito”, y desde los épicos acordes de Howard Shore me abroché el cinturón para vivir esta alucinante aventura.

Con “Las dos torres” (2002) me convencí que era un filme de otro planeta, recuerdo el prólogo del filme anterior con ese grandioso plano de picos montañosos y la apocalíptica escena en que Gandalf (Ian McKellen), que luchaba con el dragón en las profundidades de Moria.

Broche de oro

Sin embargo, aún faltaba la espectacular “El retorno del rey” (2003), recuerdo que algunas personas exageraron indicando que nunca habría otra producción mayor en emoción, grandiosidad y espectacularidad.

Tras varios años hice eco de estas palabras y luego de ver la trilogía de “Los Hobbies” que si bien es espectacular, con correctas interpretaciones y emociones, no supera a la epopeya de los anillos.

Regresando al cierre, Frodo llega a Mordor, el Monte del Destino para destruir del anillo. Aquí los actores principales y secundarios están a un alto nivel, cada uno ofrece una interpretación cargada de profundidad y emoción.

Para muestra un botón, Pipin (Billy Boyd), en el acoso a las Minas de Tirith, brinda un emotivo momento junto a Gandalf con diálogos para un análisis filosófico y espiritual.

La perdición de Gollum

Si bien disfruto con estas escenas, me quedo con la travesía de los hobbits y el extraño ser que se debate entre el bien y el mal. Gollum (Andy Serkis), quien en “Las dos torres” se echa la película al bolsillo.

El hobbit Sméagol, interpretado por el mismo actor, es el más afectado por la maldición del anillo. Por querer poseerlo se convierte en un zombie, un desterrado y esclavo de “su tesoro” como le llama al anillo.

The end

Llegando a la meta tenemos un espectacular y emotivo final. No podía ser de otra forma, en esta línea dramática es donde la película explota, son varios finales en un epílogo de 30 minutos.

Tras la escena de las águilas, la oscuridad y el dolor quedan atrás como un velero que desaparece en el horizonte de un vasto océano, son imágenes marcadas a fuego con la increíble banda sonora de Howard Shore.

Llega el fin de la Tercera Edad gracias a la alianza de hombres, enanos y elfos que se enfrentan a las huestes de orcos lideradas por Sauron; trilogía necesaria e imposible de olvidar aunque pasen otros 20 años.

Por Andrés Forcelledo Parada.- 

 

Recomendado para ti



6.048 Seguidores
Seguir