Video realizado en colaboración con Pablo Carriel.
SANTIAGO.- La creación de una ley de artesanía es algo que se está gestando hace algunos años. Con esto, el sector artesanal busca un reconocimiento social, hacer frente a las imitaciones producidas a gran escala en el extranjero y que el Estado les otorgue mayores garantías, con el fin de que un oficio, que promueve lo esencial de la cultura chilena, no caiga en abandono.
El presidente de la Mesa Metropolitana de Artesanía, Carlos Escobar, advirtió que existen planes y programas de Gobierno para proteger el trabajo del artesano, pero que no funcionan -dijo- “porque no hay presupuesto o no está el financiamiento del recurso humano”.
En ese sentido, aseguró que nadie conoce bien el lenguaje de la artesanía, pues “confunden artesanos con vendedores callejeros; se consideran artesanos los emprendedores, los revendedores de artesanía; algunos ni siquiera trabajan la cultura propia de la artesanía y eso genera un daño tremendo”.
Al ser consultado por las características de un artesano, respondió que “la Unesco lo define como un creador, una persona que hace una producción con valor cultural, que aplica técnicas ancestrales o transmitidas por generaciones, algo que resulta ser lo valórico de la artesanía. Y eso no es todo, además, en la parte utilitaria, el artesano puede fabricar sus propias herramientas, por lo que debe conocer varios oficios”.
En cuanto a los principales lineamientos de la ley, Carlos Escobar subrayó que lo principal es crear un marco normativo que pueda proteger, difundir y fomentar el trabajo de los artesanos. “Es visible la desaparición de ferias, cada vez es más difícil conseguir un espacio público para vender, porque ahora cada espacio tiene un precio y las municipalidades controlan la vía pública; y la no implementación de políticas claras ha hecho que los artesanos se encuentren frenados en sus iniciativas”, añadió.
En ese contexto, el artesano en madera dijo que existen dos realidades en el gremio: quienes tienen un punto de venta fijo y quienes con un paño salen a vender sus creaciones a la calle. “El que vende en la calle está perjudicado permanentemente, porque la legislación lo persigue y no lo deja trabajar tranquilo, siendo que produce lo suyo y está haciendo una difusión cultual enorme ¡Esto tiene que cambiar!”, manifestó.
Finalmente, sobre el apoyo de las autoridades en torno a la creación de esta ley, Escobar reveló que el gremio ha trabajado durante 20 años en el proyecto. “Yo no diría que hay un apoyo”, dijo, agregando que “la Mesa Regional de Artesanía, tanto en Santiago como en regiones, en el fondo es, artesanos que trabajan gratis para el Ministerio de la Cultura aportando con todo: se hacen encuestas, nos ponemos en contacto con los artesanos, vamos a terreno, calificamos, participamos y difundimos. Esa es una labor que debiera hacer el Ministerio”.
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